¿Todos listos? ¡Que empiece la fiesta! [TODOS LOS INVITADOS] Baile

Uno, dos y ¡que comience el baile!

El contraste que hacía desde la salida de los terrenos al Gran Salón era obvio. Todos los alumnos acudían poco a poco, acompañados o sin acompañantes. Los profesores hablaban con susurros a los alumnos que llamaban, los hombres apretaban entre sí sus manos para que las mujeres se abrazasen mutuamente. Poco a poco las personas llegaban y el Salón comenzaba a menguar de espacio. La música suena sin fin, clásica, llega dulcemente hasta tus oídos. La señora McConagall, junto los demás profesores, ha advertido a todos los alumnos de las reglas del baile. Nada de alcohol, peleas y demás, si no serán castigados severamente. En un par de minutos comenzará la cena, la cual está preparada deliciosamente. Las máscaras deberán de llevarse sobre el rostro siempre, pese cuando comience la cena o cuando vosotros queráis (previamente). Aun que nadie lo sabe, el baile está camuflado donde nadie puede entrar si no está invitado, recuerden esto. El baile está también vigilado por Dementores, los cuales están fuera del colegio.

Después de la cena, pasaremos al pequeño baile de bienvenida, el cual todos los alumnos y profesores bailarán al son del compás de la música clásica, donde se servirá ponche y comidas ligeras. La salida y la entrada de los alumnos es propia y libre. Luego dará comienzo a un pequeño momento para los profesores y para la directora, los cuales hablarán momentáneamente sobre el baile y los peligros que acechan Hogwarts. Después de esto, la banda de música desaparecerá al igual que las grandes mesas que estaban en medio del Salón, para dar paso a un nuevo grupo de música rock. En el medio del baile se convertirá en una pista de baile, el cual todos los alumnos bailarán desenfrenadamente hasta el amanecer. La música sonará hasta el alba; los alumnos de primero, segundo y tercero deberán de ir a sus respectivas habitaciones antes que los demás cursos. ¡Que comience el baile, alumnos!

Off: Comenzaremos libremente el rol, donde el cual las parejas deberán de ir juntas. Esta cuenta posteará cuando le plazca a las administradoras para mantener la tranquilidad y llevar con tranquilidad el baile.

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Despues de unas cuantas semanas de escuchar a todos hablar del baile, tan entusiasmados como yo lo estaba, por fin el dia habia llegado. En la Sala Comun, especialmente entre los alumnos mas grandes, no se escuchaba otra cosa que no fuera el gran baile de mascaras que se acercaba que se acercaba mas y mas, todos hablando sobre que se pondrian para la ocacion o con quien irian a esa fiesta de Halloween.
Con mis compañeras de cuarto, y amigas, apenas habiamos salido de la Sala Comun en bastante tiempo mientras que, luego de bañarnos, nos poniamos nuestros vestidos, peinabamos nuestros cabellos, compartiamos risas y seguiamos comentando sobre aquella esperada noche..Intente no tardar demasiado, ya que con mi cita, mi nuevo novio, habiamos dicho de encontrarnos un rato antes en la Sala Comun para que esta no estuviera tan abarrotada de gente, cosa que al descubri al bajar las escaleras que no era asi. Algunos chicos ya se encontraban con sus trajes y bien peinados sentados en la Sala Comun o llendo de aqui para alla, aunque el unico que captó mi mirada y toda mi atencion fue Hugo.

En cuanto bajé las escaleras de mi dormitorio, tras ponerme la hermosa Máscara que mamá me habia comprado y que hacia juego con el Vestido, sonrei al verlo tan maravillosamente perfecto esperando alli por mi, y mas aun al ver esa sonrisa enorme que parecia nunca desaparecer de su rostro, y que tanto me gustaba.
–Tu tampoco te quedas atras señor Weasley- Comente con una sonrisa –Te ves muy bien de traje- Comente, luego de sonrojarme un poco ante su cumplido y alzando mi mirada para encontrarme con aquellos ojos verde intensos, que a pesar de estar cubiertos por la mascara, reconoceria donde fueran..
Debia admitir que a pesar de siempre parecer tan segura de todo, o actuar impulsivamente, hoy me encontraba algo nerviosa por el hecho de que no todos sabian aun que Hugo y yo eramos novios, y siempre se nos habia visto como los mejores amigos, hoy en cambio ibamos de otro modo al baile, y eso era algo que me gustaba de mas. -Si, vamos- Dije asintiendo, porque no me importó nada mas de todo aquello al sentir sus sualves labios sobre los mios, y su mano tomando la mia, entrelazando nuestros dedos y encaminandonos fuera de la Sala Comun.

De pie, frente al espejo de cuerpo completo, el cabello del chico que me observaba con sus orbes verdes grisáceos, tenía un extraño efecto platinado por la baja luz. Parpadee un par de veces; si, no había duda alguna de que era yo y sin embargo no me sentía como mi yo de siempre. Me obligué a trazar una sonrisa en mi rostro. La simple idea de poner un pie en el gran salón me enfermaba, al fin había llegado el momento. Desde inicios de semana solo había escuchado los cuchicheos de chicas y chicos por igual en los pasillos. Pura mierda, había dicho para mis adentros; si por mi fuera no habría asistido pero trabajo era trabajo. Finalmente la sonrisa torcida apareció, superior y arrogante como siempre.

Hasta hace una hora me encontraba en los terrenos, frente al sauce boxeador, aquel enorme árbol me parecía extraño, con sus ramas atacando a cualquier cosa que se le acercase, ya fuera humano, mamífero e insectos por igual, no hacía diferencias. Creía que éramos similares, por ello me agradaba ir a contemplarlo. Con el tiempo contado para que Genevieve no se molestara por no ser puntual, había regresado a paso veloz hasta las mazmorras, solo para ver como la mayoría de mis compañeros ya no estaban presentes. El único que aun quedaba era Albus, quien ya estaba de salida también, unas cuantas palabras, la mirada de Confío en ti, un leve levantamiento de la comisura de su labio y su mano agitándose en el aire. En diez minutos me había lanzado a la ducha para despejarme y asearme, diez más tarde ya estaba vestido y calzado, con un hechizo había secado mi cabello acomodándolo cuidadosamente. Y ahora estaba listo para reunirme con mi pareja.

Tomé la capa de gala que se encontraba tendida sobre la cama junto con el antifaz que se supone debía cubrir mi identidad. ¿A quién iba a engañar? Me reconocerían tan pronto me vieran caminar, mis movimientos y mi mirada eran fácilmente identificables, eso sin mencionar mi voz. Prefería mil veces la mascareta de mortífago. Fría, ligera, metalizada. Ya tendría la oportunidad de usarla. La saqué de mi baúl, al cual tuve que sacarle todos los hechizos de protección que le había colocado, para después ponerlos una vez más. La guardé dentro de mi traje y salí de mi habitación.

En la sala común me encontré con quien me llevaría al baile, por un momento me quedé sorprendido, la chica estaba arreglada, en un vestido ceñido al cuerpo, el tono combinaba perfectamente con el color de sus ojos. No salí de mi asombro hasta que ella habló. Claro, no importaba que tanto nos disfrazáramos, nosotros seríamos siempre nosotros. El comentario de Snape me hizo sonreír y luego de los cumplidos obligatorios por ambas partes, ella me ofreció su brazos el cual tomé de buen grado. Salimos en dirección a la planta principal. Mientras avanzábamos el susurro de la música se hacía más fuerte. En nuestro camino nos topamos con unas cuantas parejas que charlaban animadamente. El estómago se me revolvió y tensé la mandíbula, pero si tan solo verlos a ellos tuvo ese efecto en mi, dentro del gran salón la cosas era diez veces peor. El ambiente me sofocaba pero me mantuve a flote, ya les borraría sus estúpidas sonrisas más tarde. Veremos si les quedan ganas de reir después de lo que pasara esta noche.

Avanzamos entre la multitud sin detenernos en nadie, no valían la pena; reconocí a unos cuantos desperdigados por todo el salón pero mi mirada se detuvo en una pareja en específico, alejada del resto cerca de las bebidas. Conduje a Genevieve hasta ellos. Había sido una buena idea asistir emparejados de aquella manera pues cuando el momento llegara, no tendríamos a una pareja asustada y buscándonos por todas partes. Al haber visto a Albus, sabia de que forma iba vestido, eso me facilitó encontrarlo y por ende encontrar a Eileen.

― Demoiselle ― hable en voz baja una vez llegamos hasta ellos. Tomé la mano de Eileen y deposité un suave beso en ella, acompañada de una ligera inclinación. En seguida pasé a darle un par de palmadas cortas en el hombro a Albus. Entonces aquí estábamos. El reloj había sido puesto en cuenta regresiva. Me acerqué la mesa de bebidas y serví dos copas, regresé al lado de mis acompañantes, entregándole una a mi pareja y quedándome yo con la segunda. ― ¿Algo interesante que hayan observado? ― pregunté sin ningún tono en específico. Justo en ese momento, mi mirada encontró al objetivo número dos de la noche. La chica de Ravenclaw era el trabajo de Genevieve. Toqué suavemente el hombro de Snape señalandole con la mirada a quien observaba en aquel momento.

El baile de Halloween de Hogwarts. Patetico. Genevieve no era muy dada a las fiestas, o bueno tal vez si, pero solo con los de su clase, no con cualquiera, como los traidores a la sangre o lo sangre sucia, de solo imaginarlo, un escalofrió le recorrió la espalda. Suspiró una vez más, mientras se miraba de arriba a abajo en el espejo. Traia puesto un vestido negro, muy elegante, "sensual" y juvenil. Era largo, pero muy comodo, ceñido al cuerpo. Llevaba zapatos de tacon que después dejaria por ahí, el cabello suelto y ondulado. En las manos llevaba unos guantes de red negros a juego con el vestido. Tomó la capa y el antifaz que usaria.

Aquello último para ocultar su identidad. Pero no solo eso lo haría, si no también su metamorfosis le ayudaria a que nadie la reconociera. Sonrió ante la sola idea. Suspiró por última vez mientras salia de la habitación cerrando la puerta. Bajó las escaleras a paso normal, topandosé con pareja quien la miraba-¿Sorprendido?-preguntó Genevieve con algo de burla. Le extendió el brazo a Scorpius y le miró-Luces muy bien-se mordió el labio mientras caminaban hacia el gran salón.

Dentro de este, el ambiente comenzaba a remolinarse, causandole un vértigo que logro controlar mientras avanzaban entre la multitud. Sonrió a Albus y Elieen con un gesto. Normalizó su respiración al instante sintiendosé segura de si misma. Una sonrisa volvió a curvas sus labios. Tomó la copa que Scorpius le ofrecia y miró a su alrededor, aburrida. Unos minutos después Scorpius llamó su atención, se giró con elegancia y miró con discreción a donde Scorpius le señalaba. Asintió sin quitarle la vista a la Ravenclaw-Debe salir perfecto-susurró casi para si.

La mañana había transcurrido demasiado lenta para mí, durante todo el día me había abstraído en mi propio mundo, hacia un par de días que mi valiente proeza había perdido sentido. Ya no estaba seguro de nada y entonces, de pronto, me encontraba a escasas horas del inicio del baile, del cual ya no habría vuelta atrás. Me había dedicado a deambular por el castillo, como despidiéndome de todo, ¿es así como había planeado que fuera mi vida? Se trataba de una extraña paradoja, mi padre había abandonado el colegio antes de terminar con sus estudios, y aquí estaba yo, aunque a diferencia de él, yo no me consideraba valiente, mucho menos un héroe.

Scor se había desaparecido desde la hora del almuerzo, no sabía dónde estaba, ni quería averiguarlo. Cada quien tenía sus demonios personales. Con pesadez regresé hasta las mazmorras, con tristeza observé que nunca antes me parecieron tan hermosas, ni nunca antes, ni siquiera cuando las vacaciones llegaban. La habitación estaba desocupada cuando llegué a ella, después de permanecer sentado en mi cama mirando el vacío por un par de minutos, la puerta se abrió y otra persona se unió a mi soledad, apenas y respondí a su saludo. Me puse en pie y tomé una ducha, me vestí y arreglé con calma sin ser realmente consciente de lo que hacía. Poco a poco la habitación volvió a vaciarse quedando solo yo. Poco antes de salir, por el umbral de la puerta, una figura de materializó. Nos miramos un par de segundos y sin decir nada asentí en su dirección con una débil sonrisa. Me despedí de mi amigo con un leve movimiento de mano y bajé las escaleras. Al pie de ellas, alguien claramente me esperaba.

― Lamento haberte hecho esperar. ― dije en voz baja mientras llegaba hasta ella. Giró su rostro al escuchar mi voz, dándome una pequeña sonrisa brillante. Respondí torpemente su abraza, más que nada porque no había esperado algo así, el contacto a mi simplemente no me iba. Aceptando sus elogios disfrazados salimos de la sala común. En el gran salón, el ambiente de emoción e efusividad era claramente perceptible, chicos y chicas iban de un extremo a otro, saludando a sus conocidos. Eileen y yo nos recluimos en una esquina cercana a la mesa de bebidas. Allí esperamos hasta que de entre las personas, una pareja familiar se nos acercó. Scorpius del brazo de Genevieve avanzó abriéndose paso, una vez frente a frente saludó y se posicionó a mi lado.

― Nada digno de mencionar ― comenté en respuesta a su pregunta. ― Aunque escuche uno que otro dato que quizá puedan complicar las cosas. ― terminé de soltar la bomba.

Y al fin llegaba Halloween a Hogwarts, vaya era algo realmente extraño de escuchar si se suponía que además tenías que asistir a un baile de gala llevando máscaras; no era muy de mi agrado la idea de participar en aquella celebración mas mis amigos habían insistido en ello; además de que Brad me estaría esperando para acompañarme en una de las últimas veladas que podríamos pasar en el castillo. Era bastante agotador ser de último año y el pensar que pronto abandonarías aquel lugar que fue para ti mas que un colegio un verdadero hogar, los recuerdos siempre se quedarían grabados en tu memoria y no podrías dejarlos ir por mas que quisieras y yo estaba muy segura de que mas que buenos momentos para mi siempre se quedarían impregnados aquellos si no agradables, si memorables por los acontecimientos que suscitaron. Abrí mi baúl con parsimonia, no me apetecía buscar algo que ponerme ya que no era muy dada a utilizar vestidos de gala, los pocos que tenía eran demasiado informales para la situación y solo me quedaban unas opciones que no me había detenido a considerar debido a que en mi opinión eran un tanto excéntricos para la ocasión. Comenzaba a desesperarme cuando un pequeño paquete que se hallaba sobre mi cama me llamó la atención, al parecer lo había traído el Búho de la familia y se encontraba delicadamente envuelto en un papel de brillante color plateado; lo mire confundida durante unos segundos, estaba segura de que ese paquete no estaba en mi cama de dosel hace unos minutos mas ahora descansa en ella como si aquel fuera su lugar predestinado, ni mas ni menos un regalo para mi.

Lo tome indecisa entre mis manos, evaluándolo; pocas veces recibía regalos y menos de mis padres, ellos eran de la mentalidad de que si quería algo bien podría pedírselos porque para eso tenía su despacho a pocos pasos de mi sala común, algo que llegaba realmente a incordiarme. Lo abrí lentamente, tomando la pequeña tarjetita que se encontraba metida entre los pliegues del papel transparente que envolvía la prenda; la miré insegura mientras leía y una sonrisa se dibujaba en mi rostro, era de Kristen y realmente me había salvado el día cuando descubrí lo que realmente era. Tome el delicado vestido y lo levante cuidadosamente, me sorprendía que fuera exactamente de mi talla y que además de todo me gustaba. Junto a este se encontraba una máscara que hacía juego con los colores, sonreí ampliamente aliviada y me prometí mentalmente recompensar a mi hermana en cuanto tuviera la oportunidad. Sin perder mas tiempo me cambié de ropa, dedicándole una fugaz mirada al espejo para saber si el vestido combinaba con las botas que había decidido llevar, así como con la máscara, reí para mis adentros cuando descubrí que así era.

Sin más tiempo que perder me encaminé hacia la sala común de Ravenclaw, con una capa ligera que me protegía del frío viento. Encontré a Brad relativamente rápido y sonreí ampliamente, sonrojándome al darme cuenta de lo bien que se veía en traje, le ofrecí mi mano y el me acompaño gustoso, ambos nos encaminamos hacia el gran salón donde se llevaría a cabo el asombroso evento. Mientras caminábamos le susurre quedamente: -Te vez muy guapo-desvié la mirada cohibida y la enfoque al hermoso espectáculo que teníamos frente a nosotros. El gran comedor se encontraba decorado con miles de calabazas sonrientes y amenazadoras, no hacía falta las velas y el ambiente tétrico de un baile de máscaras salido del infierno; sonreí y me dirigí apresuradamente al gran Salón, tomada aún de la mano de Brad y llevándolo conmigo mientras me maravillaba de la excelencia del banquete y trataba de controlar mis emociones, ya que había reconocido a la mayoría de estudiantes que ahí se encontraban y esperaba que mi máscara evitara que se dieran cuenta de la sorpresa que debía reflejar mi rostro.