Just in Time [Hugo W.]

La cuestión de que tuviera clases a primera hora de la mañana después de tener un largo y delicioso fin de semana, no era precisamente algo que me agradara mucho, bueno en realidad el hecho de despertarme temprano nunca era de mi agrado. Si bien no me la pasaba metida en la sala del director, era por el simple hecho de que mis notas me salvaban del “No muy comportamiento” que tenia. Como mala maña iba tarde a la primera clase del día, mis compañeras de habitación ya no estaban y según mi horario tenía la clase de encantamientos y sabía bien que al Sr. Filius Flitwick no le agradaría mucho que llegara nuevamente tarde, después le iría con quejas a mi padre y todo terminaría con una larga de charla de mi hermana acerca de la responsabilidad con las clases y en mi vida. Así que para ahorrarme todo eso, después de una rápida ducha, me arregle rápidamente con un uniforme limpio que tenía en mi armario, como el de la mayoría de estudiantes, el uniforme era el de una camisa blanca, la corbata con los colores de la casa, la falda corta como era de mi agrado, junto con unas medias tipo pantalón negras delegadas y unos zapatos tipo baleta que combinaban con el uniforme, sin olvidar la túnica que siempre me acompañaba. Una vez lista, con el hechizo de “Apparate” en combinación con el de Disapparate, que había aprendido en las vacaciones para momentos como este, me aparecí en uno de los baños más cercanos al aula de encantamientos. Al llegar note que la clase estaba a punto de comenzar, lo que significaba que no había llegado tarde… La mirada del Sr. Filius Flitwick, reflejaba esa especie de satisfacción al ver que yo había aprendido mi “Lección” y yo solo le dedique una sonrisa, me senté en una asiento sin fijarme muy bien quien estaba a mí alrededor…

Eso de correr en las horas de la mañana no era precisamente algo que me gustara mucho, pero si no tenia remedio tenia que hacerlo, después de todo no solo era la charla de papa y Alice, sino también un bajón de puntos para la casa a la que pertenecía. Había llegado un poco desorientada a la clase, puesto que no había comido nada aun. Lo que me trajo de nuevo a la tierra y devuelta a la clase del Sr. Flitwick, fue una voz bastante familiar que provenía del asiento de al lado, se trataba de Hugo, un amigo de casa y por si fuera poco pertenecíamos al mismo año –Sin llegada tarde Weasly, deberías sumarme algo de puntos por aprender la lección –Agregue en su susurro ya que la clase había empezado, todos los de la casa sabíamos que Hugo era el nuevo prefecto de la casa …

Por lo que pude escuchar y ver de algunos de los otros compañeros, en la clase de hoy solo nos dedicaríamos a repasar lo visto, lo que me aliviaba porque no tenia ánimos para prestar atención a una nueva lección. Asentí lentamente con una pequeña sonrisa en mi rostro, cuando me pregunto si debía sumarme puntos por no haber llegado tarde, pero después no pude evitar soltar una pequeña carcajada al igual que el con lo que susurro en mi oído, mientras empezaba con algunos conjuros que eran fáciles –De mis labios no saldrá ni una sola palabra… -Susurre hacia él sin quitar la sonrisa de mi cara, Hugo siempre lograba sacar mi buen humor a pesar de que me encontrara algo ida y despistada en algunos momentos –Si todo bien, ya sabes disfrutar de un fin de semana… Comenzar con la rutina de estudios de la semana e intentar no meterme en muchos problemas –Reí y con el conjuro de “Accio” que me había aprendido bastante bien debido a lo despistada que era, aparecí uno de los libros que se me había quedado encima de la mesa de mi habitación –Y tu… ¿Cómo vas? –Pregunte cambiando un poco mi tono de voz, mi padre se había encargado de contarme lo que había sucedido con su padre, él estaba al tanto de todo; después de todo, ellos habían sido buenos amigos en la infancia y se preocupaba por toda la familia Weasly.

No sabia si había hecho bien con tocar e tema de su padre a estas horas de la mañana y mas estando en la mitad de la clase, sabia que era un tema realmente delicado y aunque mi padre me ocultaba algunas cosas de lo sucedido por “Mi protección” sabia que las cosas por el mundo mágico no estaban precisamente en su mejor momento. Él se dio cuenta fácilmente de que mi pregunta iba en dirección a como se sentía por lo sucedido con su padre y pude notar el nudo de sentimientos que se le hizo intentado responder aquella simple pregunta; no lo quería atormentar con aquello, sabia que era bastante difícil, menos siendo comienzo de semana; sabia que era duro, yo no sabia como actuaria si algo así le ocurriera a papa. Así que aprovechando que en su despiste mando volando el sombrero de Sr. Flitwick, solté una gran carcajada y le mire negando la cabeza con diversión –Sr.Prefecto, no me diga que esta haciendo travesuras al Sr.Flitwick ¿Verdad? –Algo de humor en el momento no vendría mal.

El semblante y tono de voz de Hugo cambio notoriamente, y con eso me di cuanta de que el cometido de hacerle olvidar aquello de su padre aunque sea mientras estaba en mi compañía, si fueran las cosas al contrario, me sacaría de mis casilla que todo aquel que hablara conmigo me preguntara las misma estupideces de siempre y yo no iba a ser una de esas personas. Continúe mis risas y conjuros en lo que culminaba la clase. Al final en cuanto el Sr.Flitwick nos dejo la tarea, tome mis cosas en la mano y despidiéndome del maestro salí del aula de clase, con una sonrisa aun en mi rostro, mi destino iba a ser el dormitorio y después iba a pasar por la cocina para ver si me daban algo de comer ya que no había desayunado nada, hasta que escuche a mi lado a Hugo y sonreí nuevamente –Pensaba en ir por algo de comer… ya sabes el ir tarde no te da espacio para la comida y como dice mama “El desayuno es el alimento mas importante del día” –Reí imitando a mama -¿Me acompañas? –La compañía no me hacia mal y mas aun si se trataba de un amigo.

Sonreí nuevamente cuando Hugo lo hizo, la situación que estaba pasando en estos momentos no era nada fácil de asimilar y el que yo pudiera sacarle una sonrisa en momentos tan difíciles de cierta manera me hacia feliz a mi también. Hice una pequeña mueca sin que él lo notara, una vez vi que en su rostro se dibujo una sonrisa tierna pero melancólica a la vez, al mencionar a su padre y pensé que era mejor dejar el tema atrás y no hacer comentarios… Nos dirigimos al Gran Comedor y una vez bajamos las escaleras cambiantes, sonreí una vez mas –Vaya que tienes razón Hugo, este año hemos estado bastante aislados ¿eh?... Pero no hay ninguna novedad, ya sabes lo de siempre Ali reprendiéndome cada vez que hago una falta, como la responsable hermana mayor –Dije con una risa –Y mi hermano Frank, sigue siendo el mismo metiche pesado de siempre –Eso lo dije con una pequeño bufido. Llegamos al Gran Comedor y ver toda la comida que había gracias a los elfos y sonreí de oreja a oreja, vaya que tenia hambre… -Pues como dice Frank, buen provecho –Comente riendo.

Escuche el comentario acerca de mis hermanos mayores y no pude evitar reír –Creo que manía es una palabra muy pequeña para describirla… -Dije con una carcajada –Pero shhh… porque si se entera me reprende. Y con lo de Frank no es un poquitín… cuando vives toda la vida con el y fuera de todo eres su “Hermanita consentida”, se torna bastante pesado –Refute, a pesar de que decía eso de mis hermanos, los quería bastante… aunque en ocasiones me saquen de mis cabales. Hugo parecía estar mucho mas animado por la comida que yo que era la que no había desayunado y no pude evitar reír una vez mas. Comencé con una sándwich simple y le mire mientras agarraba la tostada y comía –Sin duda son los genes Weasly, porque dudo que sean los genes Granger –Comente con una sonrisa antes de meter otro mordico a mi sándwich.

Sonreí al ver el leve rubor que se le hizo en las mejillas a Hugo, y reí nuevamente cuando lo escuche toser, pero después de escuchar lo que decía de su padre sonreí tiernamente, no podía ni imaginarme por todo lo que debía estar pasando… Hugo era un chico maravilloso y no se merecía que le hicieran aquello a su padre, ni a su familia como tal. Continúe desayunando, sin hacer algún tipo de comentario mas acerca de su familia, cada vez que los nombraba… podía ver en su mirada ese toque melancólico que pasaba como rayo. Al escucharlo hablar acerca de papá trague un poco de saliva, la razón de que conociera desde la infancia a Hugo y en total a toda la familia Weasley…. Era porque mis padres y sus padres eran grandes amigos desde niños, así que una vez papá se entero de lo ocurrido con tío Ron, se unió a la búsqueda –Ayudando con la búsqueda –Declare soltando un suspiro y mordiendo un poco mi labio inferior, saber donde estaba papá me miedo, aunque no lo admitiera –Y la maniática anda en alguna parte del castillo, haciendo los deberes –Sonreí y me di cuenta como miraba el panecillo, el cual tome con las manos –Se ve apetitoso ¿eh? –Dije riéndome un poco.

Desde aquel día en que papá nos había contado a mis hermanos y a mi, lo del secuestro del tío Ron y que se uniría al grupo de búsqueda, junto con los que consideraba tíos fraternales; no había llegado a tocar el tema con nadie mas, ya que de cierta manera siempre lograba escaparme de esos pensamientos y guardarlos para mi, sin expresar el temor de que los tiempos de oscuridad regresaran. El tono de melancolía que aparecía en el tono de voz de Hugo, me hacia sonreír tiernamente hacia el… me hacia sentir como si yo fuera su hermana mayor, sensación que jamás iba a tener en casa puesto que yo era la menor de la casa –No tienes nada que agradecer… sabes que somos como familia –Respondí sin quitar aquella sonrisa tierna de mis labios. Tome el panecillo que tenia en mis manos y le metí un mordisco riendo –Sabia que tu lindo apetito no se resistiría mas –Comente una vez termine de masticar y pasar el bocado –Yo diría que si es mucho pedir… como dices es como tu así que imagínate –Metí un nuevo mordisco al pastelito.

Una de las cosas que mas me gustaba a la hora de hablar con Hugo era el siempre hecho de que él era igual de transparente al agua, podía notar cada una de sus emociones en su rostro sin necesidad de esforzarme por saber de ellas y de cierta manera, me hacia sentir como en casa hablando con mamá o papá. Solté una risa en cuanto rectifico mis palabras acerca de su gran apetito, mientras el terminaba su pastelito y yo me terminaba de tomar el jugo de naranja que me estaba tomado para terminar el desayuno del día –Sabes… no me imagino a Ali siendo una Revenclaw, creo yo que eso de cierta manera traería algo de competencia –Hable dando los pros y los contra de eso, la verdad era que me gustaba mas que hubiera quedado en una casa distinta a la de Ali o Frank, hacia las cosas mucho mas practicas. Levante un poco mi ceja incrédula, cuando me pregunto acerca de nuestro horario de clase –Señor prefecto no me diga tiene idea de nuestro horario de clase –Dije riéndome un poco, aunque yo tampoco tenia ni la menor idea de cual era nuestro horario de clase, tome uno de mis cuadernos en donde tenia escrito nuestro horario de clase y después de mirar sonreí –Pues lamento decirte que no hay mas clases el día de hoy, así que por preguntar tendrás que soportarme lo que queda de día –Dije mientras mostraba la hoja donde tenia nuestras horas de clase.

Dejamos el tema de mis hermanos y las casas a un lado para seguir con mis comentarios acerca de el como prefecto del mes, los horarios del día y lo que planearíamos para e resto del día que teníamos completamente libre. Con aquellos que conocía y tenía tanta confianza como Hugo, solía ser un tanto bromista y de cualquier palabra que decía me salía algo de risas; le mire nuevamente como lo había hecho anteriormente, levantando la ceja con un toque serio y de broma al tiempo –Pues déjeme decirle señor Weasley, que me quedare callada y no criticare sus formas de ser prefecto, porque no me conviene perder mas puntos de lo que ya eh perdido. Pero quitarlos seria un lindo abuso de su poder –Dije con seriedad, pero esta no duro mucho, ya que a los pocos segundos salió una carcajada de mi boca. –Yo de ti controlaría un poco las palabras, no vaya ser que me tome enserio eso de que me soportaras toda la noche también –Comente riéndome y levantándome de la silla –Que te parece si primero vamos a los dormitorios, dejamos nuestras cosas, nos ponemos algo de ropa muggle y después miramos para donde coger ¿eh? –Sugerí tomando mis cosas en la mano.

Era inevitable soltar una gran risa después de que termine de decir mi primera frase, mi actuación había sido perfecta y con ello una cara de sorpresa y un poquitín de espanto se cruzo por la cara de Hugo. Sonreí una vez mas al escucharlo –No se preocupe Señor Weasley, el secreto queda entre los dos –Susurre guiñándole el ojo, al igual que él lo había hecho. Al escucharlo hablar de los beneficios que tenía ser el prefecto en las noches, una sonrisa de oreja a oreja atravesó mi rostro –Bueno si lo que dices esta en lo cierto, me tomare enserio tus palabras y a ver los beneficios que se pueden tomar al ser el prefecto –Añadí en lo que empezábamos a caminar fuera del gran salón, camino a la sala común. Durante el camino a la torre de los Revenclaw, anduvimos haciendo un par de bromas… tras solucionar el acertijo y entrar a la sala común, le sonreí nuevamente a Hugo –Bueno aquí estamos… ¿Qué te parece encontrarnos aquí dentro de media hora? –No creía que él se demorara eso en cambiarse de ropa, pero yo si lo hacia… así que era mejor ese tiempo para mi.

La idea que me estaba dando Hugo a susurros, debido a que nadie del castillo podía darse por enterado de que una estudiante que no tenia ningún tipo de permiso especial, iba a caminar esta noche por los pasillos de Hogwarts; me estaba encantando de sobremanera, y de cierta manera me causaba algo de gracia que la “mala influencia” que siempre dicen que suelo tener en las demás personas, al parecer también estaban haciendo efecto en Hugo, el chico mas juicioso y aplicado de la casa de Revenclaw de quinto grado. Tan solo me imaginaba lo que diría mi hermana o lo que me llegaría a decir Rose de lo que le estaba haciendo a su “pequeño hermano”.

Tan rápido como acepto el tiempo que di, para poder arreglarnos colocándonos ropa muggle y tener un día diferente a los demás con una migo de infancia; subí a mi habitación, donde agradecía con el alma que no estuviera mi compañera, debido a que no solíamos llevarnos muy bien. Comencé sacando un par de prendas y después de observarlas todas como mínimo tres veces, me decidí por algo sencillo y cómodo, unos jeans desgastado de un azul oscuro, una musculosa de color negro, larga y con una gran pluma blanca estampada en el centro; unos botines negros sin tacón y un saco de lana color negro para cubrirme del frio. Bajando las escaleras, pude darme cuenta de la presencia de Hugo en el sillón y al llegar le cubrí los ojos con mis dedos –Ya estoy lista… perdona la demora –Susurre para soltarlo después y sonreírle –Y bueno… ¿Qué vamos a hacer primero? –Pregunte curiosa.