Come away little Lamb {Scorpius Malfoy}

Acababa de caer la noche y paseaba tranquilamente por los rincones oscuros del castillo, el sueño era una molestia pasajera para mí y el estar en la silenciosa sala común no me ayudaba a aclarar mis pensamientos. No sabía exactamente a que lugar ir, así que deje que mis pies me guiaran mientras mis pensamientos vagaban libremente por los confines de mi mente. Me encontré bajando y subiendo escaleras, silenciosamente y con agilidad mientras evitaba la escasa vigilancia de los pasillos, no es que realmente los considerara un verdadero problema para mí; eran más bien como un extraño incordio que no dejaba que mis movimientos fueran lo suficientemente fluidos y hacía que mis pequeños paseos tardaran más tiempo de lo esperado. Una luz encendiéndose en la oscuridad llamó mi atención, lo que provocó un pequeño sobresalto a mi tranquilo estado de ánimo; sabía que no debía arriesgarme ya que si por alguna razón acababa siendo descubierta mis paseos nocturnos acabarían por un tiempo y me llevaría una larga eh irrelevante charla con la directora del colegio; la cuál estaba totalmente decidida a rechazar.

De alguna u otra manera mis pies me llevaron hasta mi destino deseado ya que, cuando volví a concentrarme en el camino, me percaté de que había llegado a las torre de Astronomía. Sonreí quedamente, de aquella forma que solo era para mi, sin nada de la calidez que acostumbraba a fingir y ningún rastro de la máscara que solía llevar ante cualquier otro ser humano. Normalmente no me molestaba fingir emociones “normales” ante cualquier otra persona, ya que esa era una parte interesante del juego, ver el desconcierto en sus rostros cuando mi personalidad difiere con sus primeras impresiones, observar como lentamente van entregándome su confianza y una parte de sus almas, una parte que jamás podrán recuperar. Había veces en las que alguna persona extraordinaria llegaba a sorprenderme y el juego se volvía de alguna manera más interesante, me encantaban esos encuentros excepcionales en los que aquel al que consideraba mi víctima se volvía casi en un verdadero descubrimiento para mi, logrando captar mi verdadero interés y llamar mi atención. En esas increíblemente escasas ocasiones sabía que me llegaría a encontrar a un buen aliado, eh incluso, si llegaba a ser lo suficientemente bueno, un gran amigo. Aunque desgraciadamente esos casos no se presentaban a menudo y mis criterios eran difíciles de superar, por lo que el llegar a considerar a alguien como parte de mi círculo era una ocasión memorable que solía celebrar en privado con la única persona a la que consideraba digna de admirar; mi preciado Andrey.

Mis pies seguían moviéndose con parsimonia, adelantando poco a poco la entrada de la torre eh introduciéndome en la tersa oscuridad que rodeaba el aula. Me acerque con pasos silenciosos a la barandilla de dura piedra y me deleite ante el hermoso espectáculo que se presentaba ante mí. Los campos del castillo se encontraban calmados, descansando en la apacible oscuridad que los rodeaba mientras que el cielo se abría con un chisporroteo de fuego platinado dividido en millones de estrellas titilantes. Amaba a las estrellas por su hermosura y perfección, siempre tan distantes y frías, vigilantes de la oscuridad enigmática que las rodeaba. Si tan solo pudiera conocer todos sus secretos… probablemente me acercarían a la verdad del universo, pensé, absorta en lo más profundo de mi mente mientras me dejaba llevar por el oscuro deseo que nacía de mi corazón. Aunque eso tendría que esperar, claro, había demasiados misterios por revelar para ocuparme de uno solo, y sobre todo, uno tan lejano eh impersonal que el solo llegar a pensarlo me provocaba escalofríos.

Unos pasos resonantes en la textura del silencio llamaron mi atención, provocándome un leve sobresalto en mi ya alterado estado de ánimo. Me apresure a fundirme con las sombras en cuanto distinguí la detallada silueta de un chico que se acercaba con un elegante paso hasta el lugar en el que segundos antes me encontraba. La luz de las estrellas iluminaba sus cabellos, convirtiendo el perfecto rubio platinado en el color de los rayos de la luna. Lo observe detenidamente maravillada, era sorprendentemente apuesto, aunque nada que no hubiera encontrado anteriormente; porte elegante y ligeramente altanero y ojos verdes de tonalidades profundas que podrían mostrarse amables o despectivos según sus deseos. Sabía quien era incluso antes de que la luna iluminara su rostro, lo conocía por los rumores que corrían de el y por los archivos que había leído en una de mis excursiones nocturnas a la biblioteca. Era nada más y nada menos que Scorpius Malfoy…

Off: Me dejas en mal con tu fantasticobuloso post y luego el mío t__t
EDITA CHLOÉ: Guau, un post larguito de Scor... Enhorabuena, Malfoy...

Seguía oculta por la oscuridad, controlando mi respiración y los latidos de mi corazón, no quería que me descubriera ya que nunca había sido realmente buena para tratar con la gente, y el que comenzara una pelea a mitad de la noche no era una idea realmente atrayente. De alguna manera sabía que no me había visto, ya que la confusión de su rostro lo revelaba, observe atónita como se acercaba al borde y se asomaba; no entendía sus acciones, estaba totalmente segura de que no iba a encontrar nada ahí donde mirase pero no podía hacer ningún movimiento, ya que el lo descubriría y seguramente me haría muchas preguntas, las cuales no tenía intención de responder.

La luna brillaba intensamente, arrancándole a la oscuridad las zonas de sombra que ocultaban mi figura, seguía inmóvil y alerta a la espera de que aquel chico se retirara. No sabia como proseguir hasta que el realizara su siguiente movimiento y eso bien podría tardar bastante tiempo, yo nunca había llegado a ser muy paciente y el pensar que debía de esperar a que Malfoy se fuera no era una idea muy agradable. Observaba su rostro intentando predecir su siguiente movimiento cuando repentinamente cerro los ojos, con una expresión de paz que nunca había visto en sus delicados rasgos, aquello me tomó desprevenida y suspire ligeramente. Rápidamente me puse en tensión, esperaba que el no hubiera escuchado el casi imperceptible ruido pero eso, sinceramente, ya era mucho pedir. Comencé a moverme silenciosamente con la intención de salir de aquel callejón sin salida cuando su clara voz irrumpió el silencio de la noche. Me quedé paralizada, tratando de encontrar alguna salida inesperada a mi situación, pero sabía que en aquellos momentos me sería imposible por lo que decidí que sería mejor afrontar aquel problema de frente. Voltee lentamente mi cuerpo, el me observaba de frente con una nota ligeramente sarcástica en su voz, me preguntaba si no era demasiado tarde para un paseo, sabía que lo mejor era no responderle y salir de ahí pero por razones que incluso yo ignoraba comprendí que no podría ignorar su pregunta, por lo que lo mire directamente a los ojos, levantando ligeramente mi rostro para ponerlo a su altura y, con una expresión desafiante susurre lo suficientemente alto como para que el me escuchara: -Depende de a quién se lo preguntes, aunque debo admitir que podría hacerte la misma pregunta-. Lo miraba con el ceño fruncido, no quería revelar mis suposiciones pero al parecer hasta mis expresiones estaban decididas a traicionarme.

La luna iluminaba su pálido perfil y yo seguía sumida en las sombras, sabía que no era mi estilo ocultarme cuando hablaba con alguien por lo que, con un suspiro, me adelanté con pasos rápidos y decididos, acercándome a la misma orilla del balcón donde el se encontraba y apoyando mi espalda sobre la fría piedra observe consternada a la oscuridad que amenazaba con envolvernos; mantenía mis brazos apretados firmemente contra mi pecho, ocultando mis manos que estaban crispadas en sólidos puños. Sabia que no había tenido que haber salido esta noche pero ya que estaba aquí no tenía más opción que afrontarme a lo que me esperaba, por lo que en lugar de esperar su respuesta moví mi rostro para observar su perfil, hablándole tal vez con una autoridad innecesaria, seca y con una expresión imperturbable: -¿Qué haces aquí?.-No era mi intención molestarlo, pero yo siempre actuaba de esa manera y no la iba a cambiar ante nadie, ni siquiera ante este extraño chico que había interrumpido mis cavilaciones nocturnas.

off: no te preocupes Scor xD yo te pido perdon por haber tardado tanto en responder .__. , espero que ahora no de tanto miedo mi post (?)